La era digital ha transformado radicalmente la forma en que se produce, comparte y consume conocimiento. En el ámbito académico el cambio más sustancial es que el texto se ha modificado en cuanto objeto primario de estudio, producción de conocimiento y diseminación. El texto digital permite la separación del texto de su presentación, lo que posibilita la publicación de una investigación en distintos soportes y medios, lo que a su vez permite distintas lecturas.  El texto digital puede ser reproducido y distribuido, puede ser buscado, fragmentado, reconstruido y curado, en otras palabras, el texto se ha abierto.

Conforme la comunicación académica se mueve hacia medios digitales, se hace indispensable su cuidado para la publicación. Pues no se trata tan sólo de publicar en digital, sino que lo publicado pueda interconectarse con máquinas y comunicarse con un público mediado por un entorno digital.

Ante dichas exigencias resulta imposible pasar por alto la necesidad de una reestructuración del proceso de comunicación académica. La investigación y presentación de resultados como actividades individuales debe ceder el paso a otro paradigma más colaborativo, donde los roles tradicionales se vean transformados. Es decir, la académica tendrá que replantear su práctica ante un paradigma bien distinto al de la era del papel y la imprenta.

El problema de la comunicación académica en el contexto digital es  presentar y conservar la gran cantidad de datos generados y llevar en un ecosistema digital las investigación al público especializado y no especializado. Para avanzar en esta dirección, hay que reflexionar sobre las posibilidades del texto digital, es decir, preguntarnos si es distinto al texto impreso y, de ser así, en qué sentido.

La ecología digital transforma y reestructura el medio de comunicación. En el contexto académico el cambio implica a la generación y conservación de datos, así como la comunicación de resultados y la investigación misma. Particularmente en las humanidades, el texto sigue siendo el principal objeto y resultado de la investigación.

Desde las humanidades digitales la reflexión sobre el uso de herramientas digitales como medio de difusión y ampliación del campo de visibilidad de su investigaciones ha encontrado un campo fértil. En este sentido cabe plantearnos la relación entre la edición y las humanidades digitales para enfrentarnos a los retos que presenta el siglo XXI.